{"id":3753,"date":"2022-01-13T17:54:29","date_gmt":"2022-01-13T17:54:29","guid":{"rendered":"https:\/\/www.oxigeme.com\/?page_id=3753"},"modified":"2022-03-23T10:56:26","modified_gmt":"2022-03-23T10:56:26","slug":"investigacion-y-academia","status":"publish","type":"page","link":"https:\/\/www.oxigeme.com\/investigacion-y-academia\/","title":{"rendered":"INVESTIGACI\u00d3N Y ACADEMIA"},"content":{"rendered":"[vc_row][vc_column][vc_column_text]\r\n
\r\n

Desde Ox\u00edgeme\u2122<\/strong> entendemos que la investigaci\u00f3n es uno de los pilares del proceso terap\u00e9utico, en continua interacci\u00f3n y retroalimentaci\u00f3n con el trabajo en la pr\u00e1ctica cl\u00ednica y con las actividades de formaci\u00f3n de profesionales<\/em>. En este sentido, la actividad en el \u00e1mbito acad\u00e9mico y cient\u00edfico ha sido y es clave en Ox\u00edgeme.<\/p>\r\n<\/blockquote>\r\n[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]\r\n

    \r\n
  1. \r\n

    Introducci\u00f3n<\/a>.<\/strong><\/span><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  2. \r\n

    La Consciencia.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  3. \r\n

    Enfoque te\u00f3rico-pr\u00e1ctico<\/strong>.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  4. \r\n

    Protocolo del Proceso Ox\u00edgeme.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  5. \r\n

    Investigaciones realizadas y en curso. Mediciones emp\u00edricas.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  6. \r\n

    Comisi\u00f3n de Investigaci\u00f3n Cient\u00edfica.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  7. \r\n

    Proceso de formaci\u00f3n para psic\u00f3logos, m\u00e9dicos y estudiantes.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  8. \r\n

    L\u00edneas actuales de actuaci\u00f3n<\/strong>.<\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n
  9. \r\n

    Referencias bibliogr\u00e1ficas.<\/strong><\/span><\/a><\/h3>\r\n<\/li>\r\n<\/ol>\r\n[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]\r\n

    <\/p>\r\n

    <\/a> 1. Introducci\u00f3n<\/span><\/h1>\r\n

    El proceso de investigaci\u00f3n y academia en el Proceso Ox\u00edgeme lleva consigo varias d\u00e9cadas con resultados que var\u00edan seg\u00fan el grado de dificultad a la hora de plasmar emp\u00edricamente los hallazgos, hecho que ata\u00f1e a la naturaleza del hecho psicol\u00f3gico. Por ello, la investigaci\u00f3n \u2014con resultados importantes\u2014 sigue y seguir\u00e1 su curso.<\/span><\/p>\r\n

    La Psicolog\u00eda se ha enfrentado desde sus comienzos a cierta tendencia a reducir el hecho psicol\u00f3gico a un hecho \u201cmodelo\u201d biol\u00f3gico que le hace peligrar su propia esencia, aunque en realidad la correspondencia mente-cuerpo es fundamental sin detrimento de ninguno de los elementos del binomio (Bunge, 1988). Los diferentes modelos monistas, dualistas, m\u00faltiples, lo han puesto de manifiesto. Hoy ya a niveles de inquietud investigadora internacional nos sumamos a la investigaci\u00f3n cl\u00ednica y neurocient\u00edfica en torno a la Consciencia <\/strong>(consciousness<\/em>) como capacidad a\u00fan desconocida sobre c\u00f3mo el ser humano afronta sus m\u00e1s altas capacidades evolutivas. En este sentido, el abordaje cl\u00ednico y cient\u00edfico de la Consciencia trasciende el an\u00e1lisis estructural y funcional de cada proceso cognitivo como tal (sea percepci\u00f3n, atenci\u00f3n, pensamiento, memoria o emoci\u00f3n) para posicionarnos en un nivel de complejidad superior: el estudio de la Consciencia como estado subjetivo, integrado y unificado del que resulta nuestra experiencia, el \u201ctodo\u201d adicional a la suma de partes (Morgado, 2014). Nos referimos inicialmente, por tanto, a consciencia fenomenol\u00f3gica<\/strong>, a consciencia de un sujeto sobre un objeto<\/strong>, entendida como escala continua donde se suceden estados que pueden ir, seg\u00fan gradiente, desde la inconciencia total (muerte y coma) hasta el estado de alerta, pasando por estados de sue\u00f1o, sedaci\u00f3n, convulsiones epil\u00e9pticas (Bayne et al., 2016) o los estados avanzados de pr\u00e1ctica meditativa.<\/span><\/p>\r\n

    A prop\u00f3sito de \u00e9stos \u00faltimos y recientes l\u00edneas de investigaci\u00f3n neurofenomenol\u00f3gica, se habla ya en los \u00faltimos tiempos de una Consciencia Unitaria<\/strong> (Almendro 2002, 2013), una consciencia en la que se dar\u00eda un proceso intuitivo, una consciencia no dual, de apertura a la totalidad, concepto ya presente en las tradiciones meditativas. De ah\u00ed que se reivindique por ello la necesidad de vivir emp\u00edricamente el hecho investigativo en primera y tercera persona, como un elemento que nos pueda proporcionar la \u201cevidencia cient\u00edfica\u201d en la que a veces prima m\u00e1s el presupuesto econ\u00f3mico que la verdad. Conseguir fondos para investigar en Psicolog\u00eda no es nada f\u00e1cil.<\/span><\/p>\r\n

    En el apartado Consciencia <\/u>que se presenta a continuaci\u00f3n, profundizamos en esta doble perspectiva de la Consciencia y el subsiguiente enfoque de la psicoterapia desde una Psicolog\u00eda de la Consciencia.<\/span><\/p>\r\n

    Por lo dem\u00e1s, la pr\u00e1ctica de meditaci\u00f3n mindfulness<\/em> aplicada a la cl\u00ednica alude, por tanto, a la toma de Consciencia. Del origen de la meditaci\u00f3n se excluy\u00f3 para la cl\u00ednica todo aquello vinculado a la espiritualidad, la religi\u00f3n, los estados ampliados de consciencia, un modo de vida y una filosof\u00eda. En este sentido, Labrador (2012) nos recuerda a Lichenstein (1988) al afirmar que el origen de las t\u00e9cnicas de relajaci\u00f3n, como control de la activaci\u00f3n corporal, hemos de localizarlo en las pr\u00e1cticas de meditaci\u00f3n de las religiones orientales. Sin embargo, se ha observado que con la pr\u00e1ctica meditativa continua y disciplinada en este silencio y quietud mental aparecen en la persona estos aspectos no buscados, lo que denota la \u201cvuelta al origen\u201d.<\/span><\/p>\r\n

    Finalmente, consideramos necesario rese\u00f1ar el reciente trabajo de los profesores Gallifa y Sangr\u00e0 (2021), tras un libro-llamada a las transformaciones decisivas que la Universidad requiere, espoleadas por la pandemia del COVID-19. Transformaciones a niveles organizativos y de necesidad de recursos, siguiendo un modelo que integre las nuevas perspectivas. El trabajo constituye una s\u00edntesis imprescindible a partir de numerosas opiniones recogidas en los cinco continentes.<\/span><\/p>\r\n

    <\/a> 2. La Consciencia<\/span><\/h1>\r\n

    Consciencia Fenomenol\u00f3gica y Consciencia-Continente<\/em> <\/strong><\/span><\/h1>\r\n

    En Psicolog\u00eda necesitamos hoy integrar la Consciencia en el trabajo psicoterap\u00e9utico.<\/span><\/p>\r\n

    Por un lado, la Consciencia entendida como \u201cConsciencia de<\/strong>\u2026\u201d, fenomenol\u00f3gica<\/strong>, referida a una percepci\u00f3n global desde el \u201cyo\u201d (por ejemplo, de sensaciones, sentimientos, pensamientos, sobre el s\u00ed mismo y el entorno). Por tanto, una Consciencia de tipo personal, psicol\u00f3gica, explicable desde los par\u00e1metros epistemol\u00f3gicos que contemplan aspectos de la realidad considerados como objetivos y subjetivos (Almendro, 2002).<\/span><\/p>\r\n

    Por otro lado, la Consciencia entendida como \u201cConsciencia-continente<\/strong>\u201d, de naturaleza trans individual, una Consciencia Unitaria que representa m\u00e1s bien un enigma (Schr\u00f6dinger, 1958,1999; Ortega, 1983, 1997; Chalmers, 1999; Almendro, 2002, 2013) y que ha sido contemplada en las tradiciones m\u00edsticas bajo el t\u00e9rmino espiritualidad<\/strong>, constructo hoy aceptado en el campo de la Psicolog\u00eda a partir de la investigaci\u00f3n sobre la meditaci\u00f3n-mindfulness y\/o el impacto positivo de aqu\u00e9lla en salud mental. Esa Consciencia transpersonal<\/em> dif\u00edcilmente puede ser aceptada por los par\u00e1metros de las Ciencias de la Naturaleza, al sobrepasar los encuadres f\u00edsicos \u201cobjetivables\u201d yal ponerse \u00fanicamente de manifiesto, seg\u00fan los autores que la defienden, a trav\u00e9s de la experiencia<\/strong>\u2014de ah\u00ed la importancia de la investigaci\u00f3n emp\u00edrica en primera y tercera persona\u2014, rebasando con ello los l\u00edmites individuales para acceder a lo inefable<\/em> e indefinible<\/em>. De nuevo, el trinomio observador<\/em><\/strong>–la observaci\u00f3n<\/em><\/strong>–lo observado<\/em><\/strong> marca el nivel del conocimiento.<\/span><\/p>\r\n

    Precisamente en este \u00faltimo sentido de la Consciencia, prioritario, el f\u00edsico cu\u00e1ntico Schr\u00f6dinger(1958,1999) expresa que \u201cmetaf\u00edsicamente, la conciencia es el tutor que supervisa la educaci\u00f3n de la materia viva\u201d(p.15) y la entronca con el fen\u00f3meno de \u201cla evoluci\u00f3n\u201d (Niels Bohr, 1958,1970), estableciendo relaciones de complementariedad y considerando a la Consciencia como \u201ccomplejidad referida a la conducta humana\u201d.<\/span><\/p>\r\n

    Ortega (1983,1997a) es inquietante cuando diserta sobre la conciencia y la verdad, una verdad trans subjetiva que se produce cuando la conciencia supera los l\u00edmites de su individualidad (enti\u00e9ndase, la fenomenol\u00f3gica). Para el Ortega visionario, la Conciencia \u201ces la cosa m\u00e1s rara que hay en el universo\u201d y la contempla como \u201cel elemento universal en donde flotan todos los dem\u00e1s fen\u00f3menos\u201d (Ortega, 1983, 1997, c, d).<\/span><\/p>\r\n

    Otro autor m\u00e1s actual como D.J. Chalmers (1999) presenta esa Consciencia como un misterio, y, apelando al discurso psicol\u00f3gico, pone de manifiesto la imposibilidad de definirla o de especificar qu\u00e9 es<\/em>, qu\u00e9 hace<\/em> o por qu\u00e9 evolucion\u00f3<\/em>. No se refiere, pues, a un reducto fisicalista, sino a \u201cuna caracter\u00edstica del mundo m\u00e1s all\u00e1 de sus caracter\u00edsticas f\u00edsicas\u201d (p.168).<\/span><\/p>\r\n

    Por tanto, la investigaci\u00f3n cient\u00edfica como forma de aproximaci\u00f3n presenta el dilema del encuadre en sus dise\u00f1os y en la discusi\u00f3n de resultados de una Consciencia producto<\/em> del cerebro y\/o de una Consciencia que es mediada<\/em> por el cerebro. En otras palabras, el \u201chardproblem<\/em>\u201d neurocient\u00edfico de la consciencia (Morgado, 2014).<\/span><\/p>\r\n

    En ese contexto, recientes l\u00edneas de investigaci\u00f3n neurocient\u00edfica apuntan ya en la direcci\u00f3n de esa Consciencia unitaria a trav\u00e9s del dise\u00f1o de experimentos en torno a los estados de ampliados de conciencia que se producen durante fen\u00f3menos como la epilepsia, el uso de sustancias ente\u00f3genas, las experiencias cercanas a la muerte (Martial et al., 2019), la meditaci\u00f3n o tareas espec\u00edficas relacionadas con el imaginario espiritual o religioso (Miller et al., 2019) (Rubia, 2015).As\u00ed, diversos estudios incipientes empiezan a evidenciar la tendencia a proyectar el self<\/em> en dimensiones mentales que trascienden contingencias perceptuales y motoras del cuerpo (Paloutziany Park, 2005; Urgesi et al., 2010), que debilitan los l\u00edmites de uno mismo y en las que se experimentan sentimientos de fuerte conexi\u00f3n del self<\/em> con el universo como totalidad (Urgesi et al., 2010; Miller et al., 2019),de trascendencia (L\u00f3pez-Su\u00e1rez, 2016), de luminosidad (Lindahl et al., 2014), vac\u00edo o de consciencia testigo (Gamma y Metzinguer, 2021).<\/span><\/p>\r\n

    En este marco global de trabajo, entendemos que hoy en d\u00eda la investigaci\u00f3n sobre la Consciencia tiene su m\u00e1s alta mira en el silencio<\/strong> como n\u00facleo fundamental de la meditaci\u00f3n-mindfulness<\/strong> y la espiritualidad<\/strong> como proceso curativo (MacDonald y Almendro, 2021), claves ambas en Psicolog\u00eda en l\u00ednea con las propuestas californianas de los a\u00f1os setenta del siglo pasado. Por ello, desde hace casi cuarenta a\u00f1os, proponemos m\u00e9todos de esencia meditativa, est\u00e1tica y din\u00e1mica, para alcanzar la ansiada paz mental\u2014m\u00e1xime en tiempos de zozobra y pandemia\u2014y estamos en contacto con escuelas que est\u00e1n proponiendo la espiritualidad<\/strong> como quinto factor de la personalidad<\/strong> (MacDonald, 2000; Macdonald & Almendro, 2021), conjuntamente con universidades como Detroit, Universidad del Sur de California, Universidad Ram\u00f3n LLul, Universidad Comillas o UCM, entre otras, constituyendo tribunales de tesis doctorales y sum\u00e1ndonos a proyectos innovadores que apuntan en esa direcci\u00f3n.<\/span><\/p>\r\n

    Actualmente la literatura sobre mindfulness es ya muy extensa (Santed y Segovia, 2018). Tambi\u00e9n lo es la literatura sobre los efectos positivos de la espiritualidad en salud mental (Koening, 2004; Schiff, 2006; O\u2019Laoire, 2007; Bonelli y Koening, 2013; Saiz, 2020).<\/span><\/p>\r\n

    \u00bfQu\u00e9 puede desencadenar un \u201cestado de consciencia, aparentemente psicopatol\u00f3gico\u201d? Posibles efectos adversos<\/strong><\/span><\/em><\/p>\r\n

    De repente una sesi\u00f3n <\/strong>de zen, de meditaci\u00f3n, oraci\u00f3n, un marat\u00f3n de crecimiento personal, una sesi\u00f3n de reiki, la asistencia a un fin de semana de estados ampliados de consciencia <\/em>y el practicante <\/strong>vivencia \u201cun antes y un despu\u00e9s<\/strong>\u201d: todo se trastoca y \u2026 ya nada es como antes. Rodr\u00edguez (2015, 2019) apunta al respecto una triple clasificaci\u00f3n de efectos adversos: psicol\u00f3gicos, psicopatol\u00f3gicos y espirituales negativos. Se suma as\u00ed a toda una l\u00ednea de investigaci\u00f3n en torno a estos \u00faltimos (Shapiro, 1992; Cebolla et al., 2017).<\/span><\/p>\r\n

    \u00bfPeligros?<\/strong><\/span><\/em><\/p>\r\n

    \u201cHaberlos haylos\u201d, tanto por no resolver como por resolver demasiado. Personalidades de la California legendaria de otros tiempos como Joan Halifax, Stanley Krippner, se lamentan de aquellos buscadores presos del sistema psiqui\u00e1trico. Pero podemos ser optimistas, hay diagn\u00f3sticos diferenciales y la sensibilidad aumenta entre los profesionales. El propio DSM-5 (y DSM-IV) contemplan la categor\u00eda \u201cOtros encuentros con los servicios sanitarios para asesoramiento y consejo m\u00e9dico<\/em>\u201d, refiri\u00e9ndose a la solicitud de asesoramiento o recomendaci\u00f3n para problemas como el espiritual o religioso(V65.40 (Z71.9)) (APA, 2013), \u00a0o el \u201cProblema religioso o espiritual<\/em>\u201d (V62.89 (Z65.8)) bajo la categor\u00eda \u201cOtros problemas objeto de atenci\u00f3n cl\u00ednica<\/em>\u201d, propuesto por David Lukoff en 1998 a efectos de valorar los problemas relacionados con la meditaci\u00f3n (Rodr\u00edguez, 2019; APA, 2013).<\/span><\/p>\r\n

    Es frecuente que los maestros y monitores no sepan c\u00f3mo encauzar posibles crisis emergentes<\/strong> individuales en el contexto de estas pr\u00e1cticas (Almendro, 2002). Y se corre tambi\u00e9n el riesgo de sobre patologizarlas (Rodr\u00edguez, 2015; 2019; Lindhal et al., 2014; Almendro, 2009). La mente occidental tiene sus propios intr\u00edngulis y necesita hoy de profesionales expertos en ellas. Tambi\u00e9n es posible que la persona necesite un periodo de adaptaci\u00f3n a esas emergencias internas. Que necesite de cuidados especiales porque la vida cotidiana se le haga insoportable. Lamentablemente no se dispone a menudo de estos sitios, curiosamente ya contemplados por la antig\u00fcedad griega: m\u00fasica, jardines y estanques, el sonido del agua.<\/span><\/p>\r\n

    Aprendiendo de los or\u00edgenes<\/strong><\/span><\/em><\/p>\r\n

    Un nuevo profesional de la psicolog\u00eda y de la psicoterapia est\u00e1 emergiendo a partir de una concepci\u00f3n totalizadora e integrativa de esta disciplina, una forma id\u00f3nea para manejar el desaf\u00edo de la verdad existencial y la naturaleza de la propia Psicolog\u00eda cient\u00edfica, sin sometimiento al modelo biom\u00e9dico.<\/span><\/p>\r\n

    \u201cYo soy la consciencia que me percibe<\/em>\u201d. Si definimos las ense\u00f1anzas orientales desde el Advaita-Vedanta<\/em> (doctrina no-dualista proveniente de los Vedas) o el mismo zen<\/em>, entre otras, nos encontramos con que lo que estos textos milenarios vienen a decir, basado en la pr\u00e1ctica como forma de vida, es que \u201cel sujeto cognoscente es de la misma sustancia que el objeto a conocer\u201d, que el acto de fusi\u00f3n entre sujeto y objeto es indefinible y que, por tanto, esa fusi\u00f3n es un misterio. Algo tendremos que aprender de ello.<\/span><\/p>\r\n

    Asimismo, la psicolog\u00eda cognitiva<\/strong> est\u00e1 investigando tambi\u00e9n la meditaci\u00f3n<\/strong> como elemento de psicoterapia. La meditaci\u00f3n no es psicoterapia, pero puede ser un medio para ello. Ser capaz de liberarse del pensamiento refractario<\/strong> que continuamente invade la mente a base de estr\u00e9s: un pasado perdido y un futuro por realizar, estrangulando el momento presente, el acto puro. Para ello se propone el mindfulness<\/em><\/strong>, la consciencia plena<\/strong>, la mente abierta<\/strong>. Esto nos lleva al origen. Prieto (2007) nos recuerda al respecto que psique<\/em> significa respiraci\u00f3n<\/strong>, soplo<\/strong>, pero tambi\u00e9n que va m\u00e1s all\u00e1, remitiendo a la tradici\u00f3n y definiendo la meditaci\u00f3n como actividad que acaece en el santuario de la consciencia<\/strong>.<\/span><\/p>\r\n

    Sin Embargo, Krishnamurti no ense\u00f1\u00f3 ninguna pr\u00e1ctica meditativa especial, todo consist\u00eda en ese saber estar<\/em>. En las ense\u00f1anzas de Dzogchen la clave consiste en descubrir la verdadera condici\u00f3n de uno mismo, la naturaleza de uno mismo. Podemos decir que el n\u00facleo de estas ense\u00f1anzas tradicionales consiste en acceder al estado primordial de uno mismo, a partir de ejercer un estado de consciencia permanente sobre nuestras continuas inestabilidades cotidianas. Buscar adentro<\/strong> y no hacerlo continuamente afuera<\/strong>. Acceder por lo tanto \u201cal o\u00eddo que todo lo oye, al ojo que todo lo ve\u201d. Primero, el proceso conlleva observar a la propia mente<\/strong>, despu\u00e9s al sujeto que observa la mente<\/strong>, lo que significa observar al observador. Es el \u201cdarle a la caza alcance\u201d de San Juan de la Cruz. Finalmente llega el gran reto: acceder al \u201cyo soy la Consciencia que me percibe<\/strong>\u201d.<\/span><\/p>\r\n

    \u00bfC\u00f3mo plasmar todo esto de manera emp\u00edrica? Midiendo resultados a trav\u00e9s de cuestionarios y mediciones en cuerpo, comprobando la merma o desaparici\u00f3n de los niveles de estr\u00e9s y procesos neur\u00f3ticos o, dicho de otro modo, midiendo los efectos de las intervenciones psicoterap\u00e9uticas. En ello estamos.<\/span><\/p>\r\n

    Evoluci\u00f3n de la Consciencia: la Historia del Ser<\/em> <\/strong><\/span><\/p>\r\n

    Reivindicamos la Historia como Historia del Ser<\/strong>, que pueda nutrir un d\u00eda a la Historia del Estar<\/strong>. Esta Historia del Ser ya se muestra en los Upanishad<\/em>, el Guilgamesh<\/em>, en los ejemplos del Camino como el del Pastoreo del Buey<\/em>, proceso clave en la tradici\u00f3n budista, o el V\u00eda Crucis<\/em> en la tradici\u00f3n cristiana. La Historia del Ser est\u00e1 marcada, por tanto, por la evoluci\u00f3n de la Consciencia<\/strong>, en sus v\u00edas horizontales (expansivas) y verticales (penetrantes). Y como expresa filos\u00f3ficamente Salvador P\u00e1niker (1989, 1982, 1992), la Consciencia evoluciona a trav\u00e9s de un avanzar, retroceder y avanzar, lo retro-progresivo<\/em>. Es decir, pura crisis<\/strong>.<\/span><\/p>\r\n

    En l\u00ednea con estas opiniones, la cardi\u00f3loga Annick de Souzenelle (1984) habla del proceso evolutivo<\/strong>, en el que la crisis ser\u00eda el detonante. Arnold Toynbee (1934, 1948) \u2014como se\u00f1ala R. Walsh\u2014 ya admiti\u00f3 que los grandes benefactores de la humanidad habr\u00edan sido Confucio y Lao Tz\u00e9, Buda, Jes\u00fas, S\u00f3crates, etc.<\/span><\/p>\r\n

    Karl Jasper(1996,{1913})\u2014primer europeo que habla de los estados no ordinarios de consciencia<\/strong>\u2014 valida el \u201cdelirio\u201d. K.G. J\u00fcng evoluciona del inconsciente personal y mec\u00e1nico de Freud al inconsciente colectivo<\/strong> constituido por arquetipos, o a la evoluci\u00f3n de la consciencia<\/strong> establecida por Erich Neumann (1970, {1949}). No olvidemos la evoluci\u00f3n a la supraconsciencia<\/strong> de otro psiquiatra, Roberto Assagioli (1971). La crisis no tiene frontera en lo vertical ni en lo horizontal. Aparece en la inmersi\u00f3n dionis\u00edaca de forma que no podemos despachar como irracional o como fr\u00edvolo al profundo y desconocido legado griego (E.R.Dodds, 1980, {1951}). A. de la Herr\u00e1n (1998, 2003) es quien a partir del binomio Consciencia-Pedagog\u00eda propone un nuevo paso basado en la espiral de la evoluci\u00f3n y en el sentido propuesto por Teilhard de Chard\u00edn. Pioneros como el doctor Rof Carballo(1964, 1995), aunque olvidado, est\u00e1n siendo reivindicados actualmente por proponer estas innovaciones antes que Maslow (Mayor Zaragoza, 2009) (m\u00e1s explicaci\u00f3n en Almendro, 2009, b).<\/span><\/p>\r\n

    <\/a>3. ENFOQUE TE\u00d3RICO-PR\u00c1CTICO<\/span><\/h1>\r\n

    Nuestra propuesta cl\u00ednica obedece a una psicolog\u00eda para la integraci\u00f3n <\/strong>que se estructura a partir de la combinaci\u00f3n de tres ejes te\u00f3rico-pr\u00e1cticos:<\/span><\/p>\r\n