Pacientes | Oxigeme Cheap Valium China Buy Soma From India Buy Xanax Eu Buy Xanax Prescription Online Buy Xanax Legally Online Buy Soma Online Overnight
Saltear al contenido principal

Te escribo porque siempre tengo el proceso y a tí en mente, y siempre también, con ganas de volver, de reciclarme.

Este mes de septiembre falleció mi madre, 89 años , como un toro, vital. Tuvo un ictus y en 8 días decidió irse sin casi sufrimiento. Llegué a tiempo para verla aún consciente y despedirme como deseaba.

Te cuento esto porque aunque triste, estoy tranquila. Tuve una relación muy complicada con ella pero a partir de Oxígeme, pude relacionarme de otra forma. De una forma más sana.

Es largo de hablar esto de la muerte de un ser querido, todo lo que se mueve y lo terrible de lo efímero de la vida.

Pero quería darte las gracias, inmensas. Gracias a tu guía y todo el proceso, empecé un camino que me reconcilió con ella desde la comprensión y la compasión y me he dado cuenta que desde entonces no he vuelto a sentir culpa, ni necesidad de su aprobación, ni rencor ni esas cosas que se me venían a la cabeza de recuerdos tristes y dolorosos.

Agradezco al universo que me haya puesto en tu camino y me haya permitido cambiar el rumbo.

Volveré a Oxígeme cuando me lo pueda permitir y te contaré que tengo una hija maravillosa con la que he logrado una relación hermosa. Me siento orgullosa de ello.

Gracias Manuel!

Acabo de llegar a casa, estoy un poco abrumada de volver «a la civilización» ahora saldré a dar un paseo y a conectar un poco.

Creo que no voy a tener vida para agradecerte esto; jamás pensé que el resultado de Crisol pudiera ser esto que siento ahora ni eso tan intenso pero tan gratificante que he sentido estos seis días.
Sé que este es el principio de toda una vida de trabajo, de no perder el foco, pero ahora siento que estoy en el camino y sobre todo siento que ando sin la mochila de otros; nunca había estado tan conectada conmigo, con mi conciencia.
Gracias, gracias y mil veces gracias.

Esto es solo un mensaje de agradecimiento a todo el equipo de Oxígeme:
Hace exactamente una semana estábamos montando los sacos para comenzar esa experiencia de vida que ha supuesto el Crisol y, escucho de nuevo la música de el adagio de Albinoni y me transporto inmediatamente a cada emoción sentida, a cada rincón experimentado, a cada palabra inspirada y a cada patrón expirado. Y mi alma no puede sentirse más que agradecida por todo el amor recibido, por toda la limpia que ahí se ha producido, por el inmenso trabajo que todo el equipo habéis hecho. Y me siento enormemente agradecida de cada palo, de cada esfuerzo, de todos y cada uno de los momentos que han quedado inscritos en mi cuerpo, ayudando a salir a ese amor negativo que tanto pesa.

Y no hay palabras que expresen aquello que ahí vivimos, y sin embargo habéis conseguido que cada persona que por ahí pasa sea miembro de una experiencia de vida, que se sienta parte de ese río de la vida. Ninguna es indiferente a esa música. Todas compartimos un recorrido, nos entendemos sin palabras, nos estremecemos con los mismos sonidos, soñamos resolviendo patrones y así se ha tejido una red de consciencia tan fuerte, tan hermosa que va rellenando cada rincón del cuerpo, descorporeizando aquello que ya no vale, limpiando aquello que nos desconecta de la esencia, de la verdad, del camino.

Habéis creado un espacio de vida. Siento dentro de mi una energía, cosas que antes ni veía. Me siento a mi. Me he encontrado conmigo misma, y aunque asusta el regalo tan grande y la responsabilidad que implica, y a pesar de que aún estoy solo al principio del recorrido, sintiendo que queda todo un Crisol que integrar, ahora tengo esa guía. Por primera vez reconozco a la consciencia, siento el apoyo en hara, me estoy acercando a los miedos profundos que me paralizan el cuerpo y bloquean mi mente, soy capaz de mirar cara a cara mi sombra y siento una profunda necesidad de hacerme responsable de mi vida.

Gracias! Gracias desde el alma. Gracias desde el corazón. Gracias desde el cuerpo. Gracias desde la consciencia.

En este río de la vida por el que tengo que curar mis heridas, pedir perdón y agradecer a aquellas personas que forman o han formado parte de mi vida, no me podía quedar sin agradeceros a todas y cada una de las personas que formáis Oxígeme por tanto amor, por tanto acogimiento, por ser ejemplo del lugar en que cada quien tiene que estar, por la oportunidad de abrirme preguntas que me sigan impulsando a caminar. A Antonio, mi terapeuta, porque me has dado aquello que necesitaba en uno de los momento más difíciles de mi vida: la confianza en que yo misma podía llegar a alguna parte, la independencia necesaria para descubrirme, el sostén en cada sesión para abrirme y tantas horas de neurosis canalizada. A Elena por los grupos, por acercarme a mi cuerpo, por ayudarme a respirar y expirar mis dolores y ver mis sueños; por tu voz segura y cálida para saltar ante la vida. A todos y todas las terapeutas y monitores por haber estado sosteniendo ese espacio, haciendo posible ese encuentro, haciendo que nada falle, que cada viaje sea único, vivencial e inolvidable. Y, por supuesto, a Manuel, por haber hecho que todo esto sea posible, por su experiencia, su sabiduría, su compromiso y su entrega. Por creer en tus sueños y hacerlos realidad, porque gracias a ello muchas personas podemos soñar con ser algún día libres, con limpiar aquello que nos impide crecer.

Ahora queda mucho trabajo, pero tenemos las herramientas para buscar el rumbo, afrontar los obstáculo, caer y volver a levantar. Gracias Oxígeme por ayudarnos a construir cada día más sólida la barca y empujarnos a navegar por este río de la vida.

Mi más sincero GRACIAS

Hola, quiero dar testimonio de mi experiencia en el proceso vivido en Oxígeme:
Yo acudí en un momento triste de mi vida, estaba sin alegría de vivir, con problemas de pareja y se me abrió un mundo nuevo.
Aprendí que dentro de mí está «mi Ser» limpio y puro, y que es él quién me ayuda en mi vida.
Aprendí a respirar de tal manera que la energía me iba en aumento, es una energía centrada y consciente.
Me perdoné y perdoné, y esto me llevó a amarme y a amar al os otros viendo su ser interior.
Aprendí a «no coger la piedra», esa piedra que en muchos momentos del día te lanzan y a la vez intento no herir a ninguna persona.
Practico el vivir en paz y tranquilidad, y en contacto con la naturaleza.
Estoy muy agradecida de todo lo que me has enseñado y ayudado.

Después de este primer ciclo de oxígeme, no puedo decir que mi vida ha cambiado, pero sí puedo afirmar que algo en mí ha cambiado y que ahora puedo ver lo que no quiero para mí. Todavía me falta valor y los personajes siguen teniendo fuerza. Al menos ahora los veo…

Lo que más ha cambiado en mi vida es que hasta ahora siempre estaba buscando. Cuando llegue al proceso sentía claramente «no quiero seguir buscando, estoy agotada, solo quiero ser feliz!» Con oxigeme he dejado de buscar, comprendo que mi proceso es mío, que supone compromiso conmigo misma y que sólo así encontrare quizá la felicidad, al menos La Paz.

Todavía tengo mucho camino por delante pero cuando miro atrás también veo todo el camino recorrido. Y al andar se hace camino y allá voy pasito a pasito. Aprendiendo a quererme aceptándome y aprendiendo a vivir sin miedo.

Gracias a todo el equipo de Oxígeme y de crisol, un click importante en mi vida.

Cuando era pequeña me gustaba esconderme en los campos de trigo que había en frente de la casa de campo de mis padres. Allí jugaba a enterrarme entre las espigas. El contacto con la naturaleza me proporcionaba un poco de sosiego, me aliviaba de una profunda tristeza.

La tristeza se fue acrecentando y se transformó en la adolescencia en depresión. La depresión continuó a lo largo de los años. Había una oscuridad, una sombra en mi interior que me impedía encontrar el sentido de la Vida. Tras muchos intentos de huida viajando y viviendo en el extranjero, la enfermedad de mi padre me hizo retornar a España y enfrentarme con la realidad. Caí en una gran depresión, y se me pasó por la cabeza la idea de suicido. Fue entonces cuando decidí buscar ayuda psicológica.

En un primer momento realicé terapias cognitivo-conductual. Una de las psicólogas que me trataron me pasaba una serie de test cuyos resultados no desvelaban la causa de mi sufrimiento, pero yo no paraba de llorar. Aparentemente no había en mi biografía ningún trauma suficientemente grave como para generar ese estado emocional.

Acudía también con frecuencia al fisioterapeuta porque tenía muchos dolores corporales. Llegó un momento en el que el fisioterapeuta me dijo que no podía hacer nada más por mí, que tenía que curarme a otros niveles porque si no mi cuerpo seguiría somatizando. Fue él quien me recomendó el proceso Oxigeme.

Desde el inicio comprendí que era un tipo de terapia diferente, mucho más profunda de las que había experimentado hasta entonces. Me di cuenta, también, de lo difícil que es cambiar por mucho que creas que lo deseas. La sombra se resiste a desaparecer.

Entender el origen de mi estado emocional en terapia me fue aliviando poco a poco, pero fue Crisol el que marcó un punto de inflexión en mi vida, al ofrecer a aquella niña triste la oportunidad de renacer. Sanar la relación con mi familia es lo mejor que me ha pasado en mi vida y por ello estaré siempre agradecida a la terapia y a Manuel mi terapeuta.

La sombra no había desaparecido pero se había iluminado una luz dentro de mí, que me proporcionaba la esperanza de sanación. Sentí la necesidad de seguir profundizando en la terapia porque intuía que el origen de mi malestar iba más allá de mi familia e incluso de mi persona. En los niveles más profundos del proceso Oxigeme tuve la oportunidad de sanar los aspectos más ancestrales de mi linaje. También pude vislumbrar el Misterio de la Vida.

Esa experiencia me acompaña y me guía frente a las turbulencias del cotidiano. A veces el camino no es fácil, la sombra emerge aunque cada vez más debilitada, pero he aprendido a mantener la calma y a confiar en la VIDA.

Nunca imaginé que pudiera existir tanta dicha.

Mi experiencia es que a partir de Crisol mi vida ha cambiado completamente. Se ha abierto una nueva página de mi libro personal.

La ayuda familiar ha sido increíble, he perdonado y me han perdonado mis padres antes de morir, y también les he ayudado a que perdonen a su vez a otros familiares con los que tenían conflicto y lo más maravilloso es que a través de los sueños me han dado las gracias.

Comprendí también que la muerte de mi hermana fue un gran regalo que me convulsionó para que evolucionara de una forma acelerada preguntándome la razón de mi existencia y acercándome a Dios. También me ayudo en mi vida familiar de pareja fomentando la comprensión hacia el otro y el respeto y practicando la tolerancia con mi hijo, pues su vida particular aquí en el planeta, la elige Él.

Muchas gracias Manuel por existir y por haberte conocido,

Hace cinco años, leyendo la contraportada del periódico de mi ciudad natal, Tarragona, una psicóloga hablaba de un proceso llamado Oxígeme que algo me tuvo que despertar . Ya para aquellos entonces tenía experiencia en el mundo de la psicología, llevaba como unos tres años haciendo terapia de psicoanálisis Lacaniano.

Aunque las aportaciones del psicoanálisis fueron muy interesantes para entender ciertos comportamientos de mi vida cotidiana, sentía que no avanzaba con mi proceso personal como si tuviera que producirse el gran cambio pero algo hacía que todo se volviera repetir.

Estudié ingeniería de minas e ingeniería de caminos, canales y puertos, al finalizar los estudios con 24 años me incorporé a la empresa familiar hasta los 33 años. Fueron unos años de mucho trabajo coincidiendo con la expansión del sector. Recuerdo como los domingo por la tarde los vivía con mucha angustia pensando en las reuniones que tenía que afrontar el lunes, no me sentía bien, sólo hacía que dedicarles horas al negocio y cuando llegaba a casa me quedaba dormido en el sofá. Los fines de semana se repetía las mismas cosas de siempre, monotonía y aburrimiento total.

A día de hoy y después de hacer un trabajo comprometido, puedo asegurar que el proceso Oxígeme me ha ayudado abrir la primera puerta de infinitas y maravillosas que tiene la vida. En la actualidad vivo en Barcelona, tengo 35 años y en septiembre empezaré segundo curso de psicología en la Universidad Ramón Llull. Gracias Oxígeme!!!

Barcelona, a 8 de julio de 2015

Conocer al Dr. Almendro y seguir el proceso oxígeme a la vez que los tratamientos convencionales para el cancer, supuso:

A nivel psiquico y emocional, recobrar la esperanza y el interes en mi vida, encontrar que aun tenia mucho por descubrir, explorar, investigar, sobre el mundo y sobre mi, volver a sentir curiosidad y pasión.

En lo fisico supuso interesarme por mi cuerpo, su funcionamiento, sus respuestas,…Alimentarme de forma consciente, cuidarme y ver como esta maquinita de 160cm y 50k esta preparada para afrontar grandes retos: Recuperarse de enfermedades graves, vivir en la selva, subir montañas o convivir con niños.

En lo espiritual: Encontrar la fe perdida, de mi infancia, reencontrarme con lo trascendente, ahora, sin la mojigatería de una religión que obviaba la mística para centrarse solamente en un discurso contradictorio y en una práctica a menudo vacía.

En lo profesional, dar con mi vocación.

Mi nombre es Carmen Alonso, vivo en Ciudad Real y trabajé con Manuel durante año y medio de forma intensiva en 2004-05: Crisol, México y Perú.

Crisol supuso el trabajo más liberador, y de toma de consciencia que yo había realizado. Aún ahora sigo agradeciendo esos mágicos días que me llevaron a vivir mi vida más libre de cargas.
Perú y México, junto con los cursos de fines de semana, me ayudaron a profundizar más sobre mí y todas aquellas cosas que debía transformar.
Descubrí aspectos de mí guardados y que se fueron revelando, para transformarse e integrarse, siempre bajo la supervisión de ese gran terapeuta que es Manuel y de su gran sabiduría.

Gracias Manuel, por haber formado parte de mi proceso de evolución.

En mi caso, el proceso Oxígeme y las técnicas en el empleadas, me ha aportado un profundo autoconocimiento. Una comprensión de mi estructura psíquica, traumas, linaje conductal, hallando el verdadero porqué de decisiones pasadas… etc.

Me ha proporcionado una reconciliación con mi pasado familiar y un autoperdón imprescindible para seguir avanzando. Asimismo me ha proporcionado un camino de trabajo personal claro, con poderosas herramientas para la transformación gradual, reconociendo y desidentificándome de las emociones dolorosas que me han acompañado gran parte de mi vida.

Un auténtico aprendizaje para ir siendo cada vez mas libre y poder elegir desde ahí. Se abre un nuevo horizonte de sensaciones y oportunidades con sentido para mi. Todo esto se traduce en encontrar el sentido de tu existencia, en sentir una calma interior que te permite actuar sin el continuo ruido mental que antes te paralizaba, confundía y te hacia perderte de nuevo entre juicios y dudas. Permite encauzarte libremente según tu naturaleza.

Señalar que es imprescindible la responsabilidad y el compromiso de uno mismo con este proceso para que su efecto sea contundente y profundo ya que es fácil, al menos en mi caso, acomodarse tras las primeras fases de cambio. La vieja estructura es muy profunda y requiere esfuerzo y constancia para disolverla.

Resumiendo, está siendo para mi un necesario y apasionante viaje interior.

Hice el proceso Oxígeme: terapias individuales, de grupo y Crisol. Algunos de mis compañeros decían que había una vida antes y una vida después de Crisol yo no entendía muy bien esto pero me entregue totalmente sobre todo a Crisol y, sin lugar a dudas, eso se cumplió en mi.

Yo tenía una espada en el alma (mente) que me causaba el más horrible tormento con depresiones y todos los tormentos mentales que se puedan imaginar, bueno, en Crisol tuve una experiencia yo diría que espiritual, con ojos cerrados vi Al ESPÍRITU SANTO aletear en mi cara y en ese momento la espada se fue.

Después pude entender lo que decía EL SEÑOR JESUS conoceréis la verdad y la verdad os hará libres

Volver arriba